Caracol Romano

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Helix pomatia

El caracol romano, caracol de Borgoña o caracol de Viña, es un molusco gasterópodo y una de las especies de caracol más conocidas y ampliamente distribuidas en el mundo.

Clase: Gastropoda

Superfamilia: Helicoidea

Familia: Helicidae

Descripción

Es un caracol grande, cuya concha mide unos 3-4.5 centímetros de alto, y aproximadamente de 3 a 5 centímetros de ancho. Constituye cerca de la tercera parte del peso total del animal, y le protege los órganos internos. Exhibe una tonalidad marrón, de 3 a 5 bandas o franjas más oscuras y de 4 a 5 espirales. La apertura de la concha es grande, de bordes blancos.

Distribución y hábitat

Está distribuido en numerosas partes del centro, sureste, oeste, este, norte y sur de Europa, en países como Alemania, Bélgica, Finlandia, Francia, Ucrania, Noruega, Polonia, Italia, Hungría, Austria, Estonia, Albania, Croacia, Rumania, Gran Bretaña, Suiza, Países Bajos y Rusia. En el centro y sur de Noruega, Finlandia y Suecia, las poblaciones de caracol romano son realmente pequeñas.

Dada la gran cantidad de zonas en las que se encuentra, el caracol romano está adaptado a la vida en varios tipos de hábitats. Por lo general, prefiere los bosques templados abiertos y las zonas de setos, viñedos y matorrales. Sus hábitats se encuentran a menudo en sitios de tiza y tierra caliza con temperaturas húmedas y suaves. Por el contrario, evita zonas a las que llega la luz solar de forma directa o en donde abundan las precipitaciones.

Información sobre el caracol romano
Caracol romano (Helix pomatia) sobre una seta.

Alimentación

Este herbívoro mantiene una dieta en la que incluye muchas frutas, vegetales, hojas, flores, savia y otros materiales de origen vegetal. ¿Cómo consume su alimento? Al igual que otros gasterópodos, el caracol romano raspa su comida con ayuda de una estructura bucal llamada rádula, que contiene varias filas de dientes.

Suele alimentarse en las horas que transcurren entre el atardecer y la medianoche.

Comportamiento

El típico rastro “baboso” que queda en el suelo cuando el caracol se desplaza, tiene una función muy importante: servir como medio para facilitar el movimiento en las superficies rugosas o muy resbaladizas. Además, le ayuda a seguir su camino de vuelta al lugar donde estaba y regresar horas después, como una especie de recordatorio.

Durante el invierno, entra en un estado de inactividad que le permite sobrevivir a las bajas temperaturas, tal como hacen los osos u otros animales que acostumbran hibernar. Para ello, primero cava un hoyo en el suelo y se retrae en su concha. Tapona la entrada con una capa de moco llamada epifragma, gracias a la cual mantiene su temperatura corporal y evita la introducción de organismos que pudieran atacarlo.

Datos interesantes sobre el caracol romano
Caracol romano o caracol de Borgoña

Reproducción

Helix pomatia pone huevos. Sin embargo, es hermafrodita, ya que cuenta con órganos reproductores masculinos y femeninos. Si va a aparearse con otro individuo, lo hace durante una temporada de reproducción que en Europa tiene lugar a finales del mes de mayo.

Alcanza la madurez sexual entre los 2 y los 4 años de edad. Previamente al apareamiento, los individuos se acercan y se tocan entre sí; después ambos se introducen en la piel los llamados “dardos del amor”, unas estructuras afiladas. Entonces se disponen a copular durante unos 4-7 minutos. Tiempo después selecciona un sitio relativamente profundo donde coloca de 8 a 30 huevos, de los cuales emergen caracolillos que no reciben ningún cuidado por parte de sus padres.

Amenazas y conservación

Aparece en la categoría “Preocupación Menor” en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Carece de grandes amenazas, si bien puede ser capturado para el consumo humano. En algunos países europeos está bajo protección.

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